El
financiero e inversor Dimitris
Daskalopoulos (Atenas, 1957) atesora una de las colecciones privadas más
importantes del mundo. Este mecenas griego, seleccionado por la
revista Art Review como una de las
100 personalidades más influyentes del mundo del arte, reconoce que su impulso
hacia este sector comenzó siendo muy joven. Así, en una entrevista realizada
por Vanesa García-Osuna para la revista Tendenciasdel mercado del arte, Dimitris describió
evocadoramente cómo fue su primer encuentro con el arte:
“Tuve
mi primera epifanía con el arte a la tierna e impresionable edad ¡de 12 años!.
Dos tíos míos, muy cultivados, me llevaron de viaje por Europa –eran los años
sesenta- e hicimos una parada en la Alte Pinakothek de Munich. Allí me quedé
sentado en un banco durante dos horas, hipnotizado delante de las pinturas de
Rubens. Me acuerdo del enorme impacto emocional que me produjo el cuadro ´La
caída de los condenados´. Su
composición y dramatismo te hacían sentir que estabas contemplando una imagen
en perpetuo movimiento y que incluso podías escuchar los gritos. Recuerdo la
belleza y la serenidad de la luz que emanaba de El Juicio Final”
Dimitris Daskalopoulos |
Quizás, de esta primera experiencia sensorial,
deriva la especial sensibilidad neobarroca que parece tener su pulsión de
coleccionista.
Arriesgada y transgresora en su conjunto, la Colección Daskalopoluos, reúne
más de 400 obras de casi 200 creadores que encarnan algunos de los desarrollos
artísticos más notables de las últimas décadas.
Dimitris realizó su primera
adquisición importante en el año 1993 con la compra de una escultura de Rebecca
Horn. A partir de ese momento, grandes nombres del mercado del arte pasaron a
formar parte de la colección: Marcel Duchamp, Louise Bourgeois, David Hammons, Mona Hatoum, Robert Gober, Mike Kelley, Martin Kippenberger, Sarah Lucas, Dieter Roth, Kiki Smith, Rosemarie Trockel, Rachel Whiteread, Marina
Abramović, Chris Ofili, Thomas Hirschorn, Damien Hirst, Paul McCarthy…
Tomato head (1994, Paul McCarthy`s) |
Para Daskalopoulos
coleccionar significa escoger la obra atendiendo a una sensibilidad estética
propia y al contenido de la misma de tal modo que, cada adquisición,
interrelacione de manera coherente con el resto. No se trata de tener una colección temática
pero sí que esté vertebrada por un hilo conductor que le dé sentido, en este
caso como reflejo de su visión del mundo y de su interés por las cuestiones
universales de la condición humana: el cuerpo como ámbito de violencia psicológica,
lucha ideológica y social; la individualidad y el sentimiento de comunidad; la
identidad cultural, los conflictos geopolíticos (Guerra del Golfo, conflictos
en Líbano, el problema kurdo, la Guerra de Irak… de la mano de artistas como Kutlug
Ataman, Steve McQueen o Rivane Neuenschwander) o los excesos del capitalismo.
Éstos últimos representados de manera excepcional por la barroca obra Exhumando
la glotonería: otro réquiem (Exhuming Gluttony, 2006/11) de la artista
africana Wangechi Mutu, en la que refleja la gula de la sociedad actual.
Exhuming Gluttony (2006/11, Wangechi Mutu) |
Un
núcleo importante de la colección está conformado por instalaciones y
esculturas de gran formato que, en los últimos quince años, han sido prestadas
a más de 120 museos internacionales de Europa y EE.UU. El empresario griego
considera fundamental la presentación pública de las grandes obras de arte que
están en mano de particulares. Aunque hay quienes han expresado su preocupación
por el posible conflicto de intereses que pueda suponer exponer obras privadas
en instituciones públicas. Sobre este tema opinó Daskalopoulos para Art+Auctionmagazine:
“La
cuestión de la presentación de las colecciones de arte privadas en los museos
ha sido, en mi opinión, motivo de injusta controversia. Los grandes museos del
mundo no existirían sin la previsión de coleccionistas privados y su compromiso
de garantizar el acceso público a las obras de arte excepcionales.”
Current Disturbance (2010, Mona Hatoum) |
Entre
los años 2010 y 2011 la colección se expuso en la Whitechapel Art Gallery de Londres como parte de su programa para
dar a conocer al público general destacadas colecciones privadas. Bajo el
título “Keeping It Real”, la muestra se articuló en cuatro micro-exposiciones
encadenadas unas con otras: “The Corporeal”, “Subversive Abstraction”, “Current
Disturbance” y “Material Intelligence”.
Posteriormente, el Museo Guggenheim de Bilbao presentó en la primavera
del año 2011 la exposición El intervalo luminoso: The D. Daskalopouloscollection. El título de la muestra procedía de los
escritos del filósofo griego Nikos Kazantzakis (1883–1957), que concebía la
vida como un “intervalo luminoso” donde el individuo debe convivir con el pleno
conocimiento de la inevitabilidad de la muerte, y cuyo pensamiento fue
especialmente influyente en la práctica coleccionista de Dimitris
Daskalopoulos.
Palms (2007, John Bock) |
Artículo publicado para Bcollector
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