Al fotógrafo César Lacalle le ha
fascinado desde niño la magia que la cámara le proporcionaba al permitirle capturar
una imagen y detener el tiempo. Con el paso de los años, esa pasión se ha
afianzado hasta convertirse para él en su medio esencial de expresión. A través
del objetivo observa su entorno plasmando en las fotografías sus inquietudes
personales, su visión del mundo.
Cada
proyecto que aborda César es distinto pero, a su vez, posee un hilo temático
conductor: la pérdida de identidad en las ciudades. Estamos, por ello, ante un trabajo
coherente y meditado a nivel temático. Las imágenes que nos proporciona no son
inocuas, sino que abren al espectador una ventana a la reflexión.
Pero su fotografía no
sólo es contenido, la calidad proviene del equilibrio que logra junto a la
forma. Su estética se torna esencial a la hora de trasmitir el mensaje. Destacan
las ambientaciones de cierto aire hopperiano y un loable manejo de la luz que
Lacalle atribuye a su gusto por la pintura de los maestros holandeses del siglo
XVII como Vermeer.
Somewhere 8 (Serie No Name City) |
En
No Name City los ciudadanos se mueven
en el escenario urbano como autómatas, como actores con un guión predeterminado.
Transitan entre arquitecturas monumentales de fachadas acristaladas. Estos ventanales-pantalla
permiten observar sin ser observado, desde ellos es posible controlar aquello
que sucede en el exterior pero vetan la mirada hacia el interior. Las
cristaleras y sus reflejos otorgan al ambiente una cierta ambigüedad, creando
un entorno artificioso. Son construcciones muy parecidas entre sí. La
globalización conlleva la uniformidad de aquello que toca. Todo parece
elaborado por la misma fábrica de productos indiferenciados, lo cual implica la
homogeneidad en las arquitecturas de las metrópolis, en las tiendas y
comercios, incluso en las personas, que pierden identidad abanderando las mismas
modas.
Somewhere 1 (Serie No Name City) |
La pasión por la arquitectura que muestra César en estas fotografías se deja sentir también en otros de sus proyectos, como en Adyton, en el que recoge imágenes arquitectónicas de ambientación irreal. Parecen espacios de rasgos cinematográficos, escenarios ficticios de alguna película de tintes futuristas. A través del manejo de la luz y de la geometría de las formas estas construcciones transmiten cierta inquietud y vacío. El espectador desconoce su ubicación, nada da ninguna pista, pero esta arquitectura estándar, de estilo internacional, puede localizarse en cualquier capital mundial al igual que esos edificios de fachadas acristaladas del proyecto anterior.
En No Name City, se plasman decorados urbanos por los que circula en
el día a día la ciudadanía. La figura humana se diluye en la ambientación pasando
a convertirse en un elemento más de la ciudad, como si formase parte del
mobiliario urbano. Se trata de sujetos en actitudes estereotipadas, con lo que el
espectador puede identificarse con cualquiera de los transeúntes
inmortalizados. Desde Madrid a Tokio, desde Nueva York a París… las pautas de
las distintas sociedades han devenido en uniformes.
Somewhere 9 (Serie No Name City) |
La
fotografía de Lacalle podría encontrar un paralelo escultórico en la obra de
George Segal. Este artista presenta una marcada huella de Hopper. En sus
palabras: “El porqué admiro tanto a
Hopper se debe a que él nunca ha dejado de contemplar el mundo”. Segal
admiró de Hopper su capacidad para examinar el entorno y plasmarlo en sus
lienzos. Y César, siguiendo esa línea comenzada por Hopper en la pintura y
continuada por Segal en la escultura, traslada a la fotografía esa misma
necesidad.
Las esculturas de Segal
representan a figuras anónimas de tamaño real
realizadas en yeso y ubicadas en decorados cotidianos. Son ciudadanos
que transitan por la urbe, que están sentados en bancos o parados en un
semáforo. Son tipos despersonalizados, vaciados escultóricos que parecen
iguales. Pero, si tanto en Segal como en Hopper son imágenes que remiten a la
soledad y la incomunicación, en César, además, aluden al “ciudadano global”, en
sus propias palabras. Esta tesis se aprecia de forma clara en otro de sus
proyectos titulado 101 Faces in... realizado
en Manhattan y Shanghái. Un trabajo en el que, por medio del retrato urbano
realizado a pie de calle, persigue poner en relevancia la uniformidad que
presentan las personas y la pérdida de las idiosincrasias locales dentro de un
mundo cada vez más homogéneo. Un mundo en el que los rasgos identitarios y
diferenciadores son absorbidos por la globalización.
Sketch on mind (Serie On Solid Ground) |
Sometidos
a la vorágine y al movimiento incesante de unas ciudades que nunca duermen, todos
nosotros necesitamos momentos de fuga psicológica. Refugios de tranquilidad
donde despejar la mente. Este es el leitmotiv del proyecto On Solid Ground, que César comenzó en Nueva York pero que prevé
trasladar a otras ciudades del mundo.
El
fotógrafo madrileño da una definición muy clara del punto de partida de este
trabajo: “Veo Nueva York como un océano
de calles que nos arrastran y donde necesitamos encontrar nuestra tierra firme,
nuestra On Solid Ground.”
To go (Serie On Solid Ground) |
Esta serie recoge escenarios más íntimos y sosegados que No Name City. Estéticamente es, quizás, la que muestra una relación más clara con la pintura de Hopper. Así, en Sketch on my mind, la mirada voyeurística del espectador se encuentra con una figura solitaria y ensimismada, captada en un ambiente de gran quietud que contrasta con los transeúntes que corren de un lado a otro en los centros de las urbes.
On
Solid Ground supone el contrapunto de No Name City. Sus ambientaciones, las
personas y objetos retratados y, el clima en general, representan esos anclajes
vitales en los que el ciudadano se cobija frente al torbellino globalizador que
todo lo arrasa.
At home (Serie On Solid Ground) |
Artículo publicado para el espacio de arte on-line 3K ART
http://www.3k-art.com/#!reflexiones-fotogrficas-sobre-la-urbe-g/ccgb
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