“Las
motivaciones que determinan la elección de las obras de arte contemporáneo
radican en la conciencia interna del coleccionista.”
Giuseppe
Panza
Giuseppe Panza |
Sensible,
profundamente reflexivo y de agitado intelecto, Giuseppe Panza (1923-2010) es
uno de los nombres fundamentales dentro de la Historia del Coleccionismo. Como
ferviente lector devoró todo tipo de materias: historia del arte, historia,
filosofía, literatura, física, biología, astronomía… De todas y cada una de
ellas supo extraer el jugo necesario que resolviese sus inquietudes y dudas,
ayudándole a mejorar su capacidad de juicio, lo cual influyó de forma directa
en el desarrollo de su colección.
La importancia de Panza radica en su
manera de concebir el arte y el coleccionismo. Para el italiano el arte
representa el espíritu de su época, es expresión de su tiempo. De tal modo que el
concepto zeitgeist (Zeit/espíritu, Geist/tiempo), de raíz alemana, se
convirtió en la clave que guiaría su trayectoria como coleccionista.
En 1956 adquirió en una galería parisina
una obra de Tàpies. Fue su primera compra importante. La superficie matérica y
el cromatismo terroso de esta pieza traducían el sentir convulso del momento
histórico postbélico. El informalismo reflejaba el pesimismo vital que debido a
ese contexto inundaba la psique de Panza.
Siguiendo
esta línea y su convicción del arte como manifestación del espíritu de una
época compró unos Otages de Fautrier.
Estos Rehenes expresaban la angustia
de Europa tras la guerra. Son obras que contienen el peso de la historia.
Dan Flavin |
Ejemplo
de coleccionista generoso y consciente del beneficio que esta actividad tiene para
la sociedad, Giuseppe Panza sintió la necesidad de compartir su obra, así como de conseguir unas condiciones
óptimas de conservación y exhibición. En el texto titulado “Las motivaciones
del coleccionismo”, recogido en la obra colectiva “Los espectáculos del Arte”
coordinada por Francisco Calvo Serraller, el propio Panza señaló: “Como individuos que son, los coleccionistas
están destinados a desaparecer, lo mismo que todo ser humano; pero su
existencia no habrá sido en vano si contribuyen al conocimiento y a la
conservación de las cosas creadas en el momento en que tuvieron la posibilidad
de actuar, y que pueden resultar útiles para que las generaciones venideras
puedan contemplarlas y obtener información. Es un proceso que trasciende
nuestra individualidad.”
Villa Menafoglio |
Por
ello, parte de su colección se localiza en Villa Menafoglio (Varese). El
objetivo que persiguió al instalarla allí fue beneficiar la contemplación
estética de las obras presentándolas en un ambiente idóneo que ayudase a la
comprensión de las intenciones creativas de los artistas.
A
finales de los ochenta, consciente de la necesidad de accesibilidad de su
colección a un público más amplio, Panza entró en contacto con instituciones
públicas de relevancia internacional como El Museo de Arte Contemporáneo de Los
Ángeles y el Solomon Guggenheim de Nueva York. Así, aunque a día de hoy la
Colección Panza esté dispersa entre El MOCA, la Fundación Guggenheim en sus distintas
sedes (fundamentalmente en Bilbao) y Villa Menafoglio (gestionada por la FAI/Fondo
per l´Ambiente Italiano) es un auténtico referente a nivel mundial.
La relevancia de la Colección Panza, además
de aglutinar grandes artistas y obras emblemáticas, radica en su función de
espejo que ofrece un doble reflejo. Por un lado, abandera la noción de zeitgeist reflejando el clima
intelectual de la época en que su propietario la reunió. Y, por otro, es
reflejo del propio Giuseppe Panza, es una colección autobiográfica que respondió
a sus interrogantes vitales. La colección como una continuación de su Yo, una
prolongación de su pensamiento puesto que el arte, como lenguaje universal, es
una forma de conocimiento que significa y comunica.
Dan Flavin en Villa Menafoglio |
Artículo publicado para Bcollector
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