A finales de los años 50 del siglo XX se
produjo un recambio generacional que dio lugar a una nueva tendencia de la
estética cinematográfica. Era un momento difícil para el mercado del cine que
padecía un catastrófico descenso de espectadores, parcialmente motivado por el
auge de la televisión. El llamado “Nuevo
Cine de los años 60” actuó como revulsivo de la situación.
La modernidad que aportó el cine francés comenzó a
manifestarse por medio de un trabajo crítico y teórico preliminar a través de
las columnas de los Cahiers du Cinéma,
desembocando a partir del Festival de
Cannes de 1959. En ese año, considerado como el punto de partida de la Nouvelle Vague, François Truffaut
estrenó Los cuatrocientos golpes (Les quatre cents coups) obteniendo el premio
a la dirección y gozando de gran éxito entre la crítica y el público.
Los directores de la Nouvelle Vague en el Festival de Cannes |
Jacques Doniol-Valcroze y André
Bazin fueron los fundadores de Cahiers du
Cinéma. La revista contenía artículos y noticias sobre la industria
cinematográfica, reseñas sobre festivales y críticas de películas. El primer
número apareció en el mes de abril de 1951 y en su portada mostraba un
fotograma de Sunset Boulevard (El crepúsculo de los dioses, 1950), de
Billy Wilder.
La Nouvelle
Vague germinó en torno a esta revista. Su núcleo fundamental lo formaron Jean-Luc
Godard, François Truffaut, Claude Chabrol, Eric Rohmer y Jaques Rivette. Cahiers se convirtió en el epicentro de
una acción teórica que luego fue trasladada por los directores a la práctica.
Portada del primer número de la revista Cahiers du Cinéma |
Como
profesionales autodidactas, los directores de la Nouvelle Vague se formaron al margen de escuelas regladas, pero
asistiendo a la Cinemateca Francesa fundada por Henri Langlois y a los
cineclubs. En definitiva, viendo mucho cine y teniendo una gran vocación. La
crítica a través de Cahiers du Cinéma fue el paso previo como apunta
Godard: “Todos nos considerábamos en
Cahiers como futuros directores. Frecuentar los cineclubs y la cinemateca era
ya pensar cine y pensar en el cine. Escribir era ya hacer cine, pues entre
escribir y rodar hay una diferencia cuantitativa y no cualitativa”.
No mostraron un estilo cinematográfico
homogéneo, pero todos ellos fueron cinéfilos eruditos que admiraron el cine
norteamericano y a directores como Howard Hawks, Alfred Hitchcock, Samuel
Fuller o Nicholas Ray. Aunque también orientaron su mirada hacia la propia
tradición del cine francés en busca de maestros como Jean Renoir, Jean-Pierre
Melville, Jaques Tati y Robert Bresson.
Jean-Luc Gordard |
En el número 144 de la revista L` Ècran Français (marzo de 1948), el realizador, crítico de cine y novelista Alexandre Astruc publicó un extenso artículo titulado “Naissance d` une Nouvelle Avant-Garde: La Caméra-Stylo”, que contenía los preceptos teóricos que forjaron el punto de partida de la Nouvelle Vague. Astruc equiparó el cine con la escritura, siendo el realizador el equivalente del novelista y correspondiendo la cámara con la pluma estilográfica del escritor. Además, la defensa que realizó de la figura del “autor cinematográfico”, del director como autor absoluto del film, fue fundamental para los nuevos cineastas.
Unos años más tarde, en el número 31 de Cahiers du Cinéma (enero de 1954),
Truffaut publicó el artículo “Une
certaine tendance du cinéma français”, que se convirtió en una especie de
manifiesto que marcó la pauta a seguir por los cahieristas. Desde determinados sectores se había negado al
cineasta la posibilidad de ser considerado autor de sus obras, al tratarse el
cine de un trabajo en equipo y, contra esto, se rebeló la política de los
autores previamente esbozada en el artículo de Astruc y continuada por Truffaut.
François sostuvo que el verdadero autor de un film es el director
cinematográfico porque le aporta una visión personal y le imprime una huella
que la convierte en criterio de calidad.
Igualmente, Eric Rohmer sentó las bases de esta teoría en una serie de
artículos titulada El celuloide y el mármol.
François Truffaut |
Eric Rohmer |
Los
realizadores de la Nueva Ola
introdujeron una política de producción que impulsó un abaratamiento general de
los costes: filmación en exteriores, primeros filmes en blanco y negro (el
color aún suponía un gasto elevado) y trabajo con actores no profesionales,
rechazando a las grandes figuras del cine clásico francés y apostando por caras
nuevas como Jean-Paul Belmondo o Jeanne Moreau.
Crearon un cine de
temáticas cotidianas con una nueva estética cinematográfica basada en la
espontaneidad y la agilidad, rompiendo con los postulados académicos de la
puesta en escena y del guión literario, que dejó de ser elemento fundamental de
la constitución del filme para convertirse en simple material utilizado como punto
de partida.
Dentro de sus
características formales emplearon la ruptura del raccord con el objetivo
romper con la linealidad lógica de la narración y con la estética academicista.
Además, tanto la composición de la imagen como los movimientos de cámara,
incorporaron disonancias de encuadre y desplazamientos bruscos.
A todas estas novedades contribuyó la
evolución del factor tecnológico. Las cámaras pasaron a ser tan ligeras que
podían llevarse al hombro y el sonido se tomaba de manera directa mediante
micrófonos de corbata y magnetófonos Nagra. La lentes se perfeccionaron
(grandes angulares, teleobjetivos, zoom) y las emulsiones más rápidas
permitieron rodar en cualquier lugar y tiempo.
Jean Pierre Léaud-Antoine Doinel (Les quatro cents coups, 1959, Framçois Truffaut) |
Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg (À bout de souffle, 1960, Jean-Luc Godard) |
A partir de 1962, el grupo
entró en una fase de desgaste. Diferentes personalidades, variados intereses,
el éxito de algunos como Truffaut y Godard frente al fracaso de otros, entre
distintos factores, contribuyeron a su progresiva desintegración a lo largo de
la década.
Pese a su corta duración temporal, la Nouvelle Vague ocupa un lugar destacado
en la Historia del Cine, pues abrió nuevas vías de creación contribuyendo a la
modernidad y a la renovación del lenguaje cinematográfico.
Artículo publicado para Crac! Creatividad, Arte y Cultura
http://cracmagazine.com.ar/cine-series/la-nouvelle-vague-y-la-renovacion-del-lenguaje-cinematografico/
Artículo publicado para Crac! Creatividad, Arte y Cultura
http://cracmagazine.com.ar/cine-series/la-nouvelle-vague-y-la-renovacion-del-lenguaje-cinematografico/
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