El
gusto artístico fue el elemento determinante en la formación de una de las
mejores colecciones de arte moderno: la colección Beyeler. Al frente de la
misma se encontraba Ernst Beyeler quien, además de coleccionista, fue también
un destacado marchante y galerista. El Beyeler-coleccionista es inseparable del
Beyeler-marchante. Como marchante, llegó a comprar colecciones completas para revenderlas
en el mercado. Una de sus adquisiciones más notables fueron los cien cuadros de
Paul Klee que compró al coleccionista norteamericano David Thompson. Esto le
dio prestigio y publicidad.
Ernst Beyeler |
Beyeler no dispuso de
los medios económicos de los grandes magnates del coleccionismo de arte. Su
presupuesto fue limitado, pero sí tenía una atinada sensibilidad estética, un
ojo educado y un decidido entendimiento de la calidad. Partiendo de esta base realizó
acertadas decisiones de compra y seleccionó obra de artistas que ya habían
pasado la prueba del tiempo o que habían alcanzado cierto renombre. A ello ha
de añadirse otro factor clave como fue la amistad personal que le unió con numerosos
artistas importantes del siglo XX, lo cual le permitió seleccionar las obras
directamente en el estudio, como fue el caso de Pablo Picasso en Mougins.
Beyeler y Picasso en Mougins, año 1969 |
Estudió
literatura, filosofía, economía e historia del arte en la Universidad de
Basilea. Sus orígenes profesionales se localizan en una librería de obras
antiguas en la que también se vendían grabados y dibujos. Al frente de la misma
estaba Oskar Schloss, un judío alemán que se convirtió en el mentor intelectual
de Beyeler. Cuando Schloss falleció, Ernst se hizo cargo de la librería y
comenzó a sacar más rentabilidad de la venta de obra gráfica que de libros.
A partir del año 1947
Beyeler comenzó a organizar exposiciones en esa antigua librería del centro de Basel, lo
que la hizo convertirse en lugar de peregrinación para coleccionistas, artistas
y conservadores de museo. Durante los veranos desarrolló unas muestras
especiales llamadas Maîtres de l`Art
Moderne, de alta calidad y con catálogos.
Mujer (1907, Picasso) |
Ernst
y su mujer Hildy fueron, poco a poco, seleccionando entre las adquisiciones de
la galería las obras que más les gustaban. La base de su colección se centró
fundamentalmente en dos movimientos artísticos: el cubismo y la abstracción.
Las dos obras clave que, según él, sirvieron de piedra angular y punto de
partida al resto de la colección fueron el óleo de Picasso titulado Mujer, de
1907, y el cuadro de Wassily Kandinsky titulado Improvisación 10, pintado en
1910. La primera, precursora del cubismo; la segunda, del arte abstracto.
La colección Beyeler
cuenta con aportaciones imprescindibles a la modernidad internacional: Cézanne,
Rousseau, Klee, Ernst, Matisse, Fernand Léger y Piet Mondrian, Bacon, Dubuffet,
Baselitz, Pollock, Barnett Newman, Rothko, Frank Stella, Ellworth Kelly, Roy
Lichtenstein, Robert Rauschenberg, Andy Warhol,
Baselitz, Kiefer… Entre los pintores españoles, además de Picasso, el
favorito de Ernst fue Miró. También cuenta con obra de Tàpies y Chillida. En el
ámbito de la escultura destacan Giacometti, Calder, Brancusi y Rodin. Además,
la colección posee una selección de arte primitivo constituida por objetos provenientes
de África, Alaska y Oceanía.
Improvisación 10 (1910, Wassily Kandinsky) |
En el año 1982, se creó la FundaciónBeyeler para evitar un posible desmembramiento de la colección cuando se
tuviese que proceder a su legado. Las adquisiciones a partir de ese momento se
hicieron pensando sobre todo en reforzar las partes más débiles de la
colección.
El conjunto que alberga la Fundación Beyeler se divide en tres partes: el parque Berower; la Villa Berower del siglo XVIII, donde está ubicado el restaurante y la administración, y el museo de Renzo Piano. La colección de arte moderno se localiza en el edificio realizado por el célebre arquitecto. Beyeler no quería que predominara el diseño arquitectónico en detrimento de las obras de arte y abogó por perseguir un equilibrio armónico entre el edificio y la naturaleza del parque de Riehen donde se ubica, un lugar casi rural a las afueras de Basilea.
El conjunto que alberga la Fundación Beyeler se divide en tres partes: el parque Berower; la Villa Berower del siglo XVIII, donde está ubicado el restaurante y la administración, y el museo de Renzo Piano. La colección de arte moderno se localiza en el edificio realizado por el célebre arquitecto. Beyeler no quería que predominara el diseño arquitectónico en detrimento de las obras de arte y abogó por perseguir un equilibrio armónico entre el edificio y la naturaleza del parque de Riehen donde se ubica, un lugar casi rural a las afueras de Basilea.
Fundación Beyeler |
Plano de la Fundación Beyeler |
Las obras comenzaron en
1994 y la apertura al público tuvo lugar en el año 1997. Renzo Piano consiguió
crear una arquitectura a la altura de las obra de la colección que iba a
albergar. El edificio, de 100 metros de largo, está revestido de pórfido rojo y
posee un complejo techo de cristal que proporciona a todo la estructura
iluminación natural. Además, en uno de sus cuatro muros paralelos, se creó un
jardín de invierno con vistas al paisaje de prados y colinas. Según el propio
Renzo Piano, la función del museo no puede reducirse a mera "envoltura protectora de las obras, sino que tiene que ser capaz
de crear una relación entre la colección y el mundo exterior, permitiendo a los
visitantes llevar a cabo una experiencia artística colectiva.”
Fundación Beyeler |
Sin
duda, Ernst Beyeler ocupa un lugar clave dentro de la institución artística. En
1970 cofundó la feria internacional de arte Art Basel y formó parte de su
comité durante muchos años. En Art
Basel se dan cita año tras año las principales galerías y los más
destacados coleccionistas del mundo. En 1987 la Universidad de Basilea lo
invistió con el título honoris causa y en 1998 recibió la orden de Caballero de
la Legión de Honor de Francia.
Ernst y Hildy Beyeler |
Artículo publicado para Bcollector
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