El
“impulso creador” fue para Kandinsky (1866,
Moscú – 1944, París) el motor
de la búsqueda infatigable que le condujo a vivir por y para regenerar el arte.
Avant-garde de la abstracción, este artista
y teórico, difundió sus ideas a través de su pintura y de sus escritos. Persiguió un arte
nuevo, curativo y espiritual. Un arte no-objetivo que, asentado en la
psicología perceptiva y la teoría de los colores, confirmarse la relación
interna entre las impresiones cromáticas y los estados de ánimo del espectador.
Wassily Kandisnky |
La
trayectoria de Kandinsky está marcada por tres países: Rusia, Alemania y
Francia. Entre 1896 y 1914 vivió en Alemania, en Munich y en Murnau. A lo largo
de este periodo su pintura, de gran expresividad cromática, va caracterizándose
por la disolución de las formas en un camino sin retorno hacia la abstracción. Durante
esta etapa publicó De lo espiritual en el arte (1912) y, entre 1911 y 1914, formó el grupo Der Blaue Reiter (El Jinete Azul) que se disolvió al
estallar la Primera Guerra Mundial. Tanto desde la teoría como desde la
práctica, Kandinsky pretendía un arte que no efectuase una mera transcripción
de la realidad, sino una pintura que proyectase la necesidad interior del
artista.
Entre 1914 y 1921 se estableció en Moscú donde llevó a cabo una importante labor como miembro del Comisariado Popular de Educación. Durante estos años su paleta cambió volviéndose brillante como consecuencia del contacto con las artes populares y sus composiciones, de figuras flotantes en espacios infinitos, mostraban ecos de las tendencias suprematistas y constructivistas que caracterizaban la vanguardia del momento. Kandinsky abandonó Rusia cuando la situación artística se recrudeció al imponerse como estética dominante el Realismo Socialista.
Composición VI (Óleo sobre lienzo, 195 x 300 cm, 1913) |
De vuelta en Alemania y por mediación de Walter Gropius se
convirtió en uno de los más importantes colaboradores de la Bauhaus (1921-1933).
Allí desarrolló una importante actividad pedagógica junto a
Lyonel Feininger, Johannes Itten, Oskar Schlemmer y Paul Klee, entre otros
reputados nombres. Durante este
periodo publicó otra obra teórica de referencia, Punto y línea sobre el
plano (1926). En
estos años su pintura se contagió de la tendencia geométrica y racional que
caracterizaba la estética de esta escuela de arte y arquitectura. Se marchó de Alemania en 1933, tras
la subida al poder de Hitler y el cierre de la Bauhaus.
Finalizado este
episodio y después de ser incluido en la lista nazi de “artistas degenerados” Kandisnky huyó a París y se instaló en las afueras, en
Neuilly-sur-Seine, donde vivió hasta su
muerte en el año 1944. Sus últimos trabajos son coloristas y vitales
pese a su exilio y al desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. París y su luz suavizaron
su paleta y su pintura abstracta se
pobló de formas orgánicas de reminiscencias mironianas.
En gris (Óleo sobre lienzo, 129 x 176 cm, 1919) |
Kandinsky defendió una nueva interpretación del
arte basada en el libre manejo de colores y formas, así
como en un distanciamiento paulatino del objeto real. Tras la lectura de Abstraktion und Einfühlung
(1908), de Wilhelm Worringer, persiguió incansablemente desligarse de la
realidad objetiva en aras de la abstracción y reafirmó su idea de que en el
arte no es necesario ningún
motivo figurativo. Sólo importa el efecto psíquico de las formas y de los
colores en quien contempla la obra.
“El
arte es en muchos aspectos similar a la religión”
afirmó Kandinsky quien, durante un tiempo, se dedicó al estudio de las ciencias
ocultas y la teosofía, interesándose por los escritos de Rudolf Steiner, Helena
Petrovna Blavatsky (fundadora de la Sociedad Teosófica) y Annie Besant y C. W.
Leadbeater, autores del clásico libro teosófico Formas de pensamiento. Lo espiritual podía manifestarse mediante
formas y colores abstractos que provocan vibraciones del alma. Estaba
convencido de que existía una correspondencia interna entre la obra de arte y
el espectador:
“El
color es en general un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma.
El color es la tecla. El ojo es el martillo templador. El alma es un piano con
muchas cuerdas. El artista es la mano que, mediante una tecla determinada, hace
vibrar el alma humana”.
Composición VIII (Óleo sobre lienzo, 140 x 201 cm, 1923) |
En su evolución artística fue clave el
descubrimiento de los Almiares de Monet, que pudo ver en Moscú durante
una exposición de impresionismo francés en la capital rusa. También le
influyeron movimientos como el Simbolismo y el Jugendstil que le mostraron la posibilidad de utilizar los
elementos pictóricos de manera libre y lírica.
Lo cierto es que Kandinsky no llegó a la abstracción a través del arte,
sino de la figura de Schönberg, padre de la música dodecafónica.
Tras uno de sus conciertos inició una intensa correspondencia con él en la que
abordaron las conexiones entre música y pintura, entre sonidos y colores. A partir de la conocida como “sinestesia de
las artes” Kandinsky consolidó los cimientos intelectuales y pictóricos de
la abstracción. Para ello fue definitoria también su asistencia en el Teatro
Imperial de Moscú a la ópera Lohengrin,
de Richard Wagner. A partir de ese momento, el artista tradujo los sonidos en
colores y líneas y, desde el año 1909, dividió y tituló algunos de sus cuadros en
tres grupos: impresiones, improvisaciones y composiciones. Una terminología
claramente musical.
Curva dominante (Óleo sobre lienzo, 129,3 x 194,3 cm, 1936) |
La
tendencia a musicalizar el material pictórico fue muy intensa en la etapa de la
Bauhaus en la que se celebraron coloquios y conferencias sobre el tema. Su
compañero de docencia Paul Klee pintó sus Cuadros
de Fugas y Polifonías, transcripciones abstractas de impresiones musicales
y, en 1928, Kandinsky creó una performance a partir de “Cuadros de una exposición” del compositor ruso Modest Mussorgsky.
En ella sus pinturas fueron presentadas al ritmo de la partitura con el
objetivo de lograr la “Gesamtkunstwerk”
wagneriana, una obra de arte total que
renovase espiritualmente y al hombre y lo liberase del materialismo del mundo
moderno.
Artículo publicado para CRAC! MAGAZINE
http://cracmagazine.com.ar/arte-abstracto/wassily-kandinsky-o-el-arte-como-necesidad-interior/
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