miércoles, 25 de febrero de 2015

ENTREVISTA A JAIME SORDO

     Entrevista a Jaime Sordo, Presidente de la Asociación de Coleccionistas de Arte Contemporáneo 9915 y propietario de la colección "Los Bragales".


Jaime Sordo

¿Cómo comienza todo Jaime? ¿Qué te aporta el arte para que decidas convertirlo en una parte tan importante de tu vida?

La cultura en general en los ámbitos de la música, las letras y el arte siempre ha convivido personalmente y se convierte en una necesidad vital que comparto con el resto de obligaciones. En concreto el arte y la parte que corresponde a la Colección es una necesidad vital.


En varias entrevistas te refieres al coleccionismo como una drogadicción, ¿en qué crees que reside el componente adictivo que genera el arte?

Sí, siempre comento que soy una persona dependiente porque la parte que corresponde a la pasión del coleccionismo genera dependencias permanentemente.


A partir del año 1990 inicias la Colección Los Bragales, ¿qué podemos ver en ella y cómo ha evolucionado con el cambio de siglo? ¿Está conformada por grandes piezas, grandes nombres o un poco de ambas?

Desde el año 70 al año 90 fui un comprador de obras y  como muchas personas “habitaba en colección”, pero fue a partir del año 1990 cuando empecé a adquirir otras técnicas como la fotografía y el video pasando parte de las obras existentes a gran formato y por tanto tener que  gestionar, almacenar y conservar y dar el paso a convertirte en coleccionista.

Colección Los Bragales


La fotografía supone en la actualidad un amplio porcentaje de los fondos de tu colección, ¿qué te aporta esta manifestación artística para su presencia sea tan contundente e importante? ¿Se puede decir que la fotografía es una de tus debilidades artísticas?

La fotografía supone un 30% del conjunto de la Colección estando representada la mitad en artistas  nacionales y la otra mitad en  internacionales. Es verdad que a partir de 1995 la fotografía ha pasado a formar una parte importante de la Colección.

 
Colección Los Bragales

¿Cómo ves la situación del mercado del arte? ¿Podemos hablar de una burbuja económica en el sector?

Si hablamos del sector tenemos que distinguir la parte internacional de países como Estados Unidos, Inglaterra y China donde el mercado crece de forma exponencial, mientras que en nuestro país a partir de la crisis de 2007, la caída de las compras  fue importante y hemos vivido seis años sin ningún crecimiento. Según el informe de  la fundación Arte y Mecenazgo en 2003 el mercado español creció un 3 % con cifras del orden de los 320 millones.
España por otro lado respecto  al mercado europeo es el 6º país con una cuota del 2%, tenemos muy poca presencia en el ámbito europeo y menos aun en el mundial.


¿Qué supone un IVA cultural del 21 %?

Pues un problema para la dinamización del mercado y la motivación de la compra, los coleccionistas con los galeristas solemos negociar descuentos en torno al 10% y en cambio el hecho impositivo para el consumidor final supone un 21%. Una forma de dinamizar el mercado y acercar nuevos coleccionistas al arte contemporáneo seria reducir este hecho impositivo.


Con este panorama, ¿cómo se presenta el futuro para el coleccionismo privado?

Como he comentado, con este panorama las dificultades son importantes por los dos hechos aquí apuntados, crisis económica y fuerte carga impositiva.


Presides 9915, la Asociación de Coleccionistas Privados de Arte Contemporáneo de España, ¿cuáles son vuestros objetivos desde la Asociación y qué servicios ofrecéis?

Apoyar al coleccionismo privado generando servicios a nuestros socios en los aspectos asociados al coleccionismo como son los seguros, transporte, almacenamiento, asesoría fiscal… Otro de los fines importantes es generar un nuevo coleccionismo apoyando la formación y el conocimiento de las nuevas personas que se quieran acercar al sector, y destacaría por ultimo que entre  los dieciocho fines de la Asociación, el reconocimiento del coleccionista privado como un engranaje más de la cadena de valor del mercado.

9915, Asociación de Coleccionistas de Arte Contemporáneo

A partir del año 2000 comienzas a realizar una serie de préstamos de obras en exposiciones para diferentes museos y salas institucionales, ¿cuál es tu vinculación con estos ámbitos? ¿Buscas respaldo, colaboración o ambas cosas? ¿Por qué es importante generar estas sinergias entre el coleccionismo particular y las instituciones? ¿Qué papel futuro debe jugar el componente público o social de las colecciones privadas?

Si efectivamente desde el año 2000 se han realizado múltiples prestamos de obras de forma individualizada y catorce exposiciones de la colección en centros institucionales. Pero la pregunta creo que va dirigida a los dos préstamos realizados al TEA de Tenerife y al Mas de Santander, estos préstamos están encuadrados en la idea de que el propietario de una obra solamente tiene su título de propiedad (por haberla pagado) y el depósito de la misma, pero si los profesionales del sector consideran que la obra tiene interés social siempre he pensado que tiene que estar a disposición de estos profesionales para que pueda ser contemplada y compartirla con la sociedad
Dados los problemas presupuestarios a nivel del coleccionismo público incluso la reducción de presupuestos de compra en el coleccionismo corporativo, el coleccionismo privado ha tomado un protagonismo que no existía antes de la crisis del 2007. Desde la Asociación asumimos esta responsabilidad por eso en la mayoría de los casos los socios ponen a disposición de los profesionales sus obras.


Y para finalizar, ¿algún consejo o pauta de actuación para los nuevos coleccionistas?

Es condición imprescindible que sienta la necesidad de convivir con la pasión de disfrutar de las obras. Otro aspecto muy importante es que antes de la toma de decisiones para las compras se informen ,con lo cual es necesario leer prensa y libros especializados, visitas a exposiciones y museos y mucho contacto con el galerismo que es una fuente importante de información y muy concreta de los artistas que representa. Por último la presencia en ferias de arte nacionales e internacionales. Todo ello genera información y formación 
Con esta punto de partida  y con las posibilidades económicas de cada cual se puede iniciar una colección comprando siempre lo que te guste y te emocione. Ya llegara el momento  de los discursos y temática de la colección.


Entrevista realizada y publicada para Bcollector

viernes, 20 de febrero de 2015

MIGUEL WATIO Y LA SUBVERSIÓN DEL ICONO ARTÍSTICO

        El artista de formación autodidacta Miguel Watio presenta en su serie "Clásicos Populares" un conjunto de obras que recogen su particular reinterpretación de la Historia del Arte. Sus referentes se localizan en maestros del Renacimiento (Botticelli, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel), en la pintura clásica española (El Greco, Velázquez, Zurbarán, Goya) y en la obra de artistas fundamentales de las vanguardias históricas (Matisse, Picasso, Magritte, Dalí, Mondrian). 
Sevillano de nacimiento y asturiano de adopción, Miguel reside desde el año 2004 en Gijón, ciudad a la que dedica un guiño de base daliniana a través del lienzo titulado Muchacha frente al mar. En él, la ventana a la que se asoma la mujer pintada por Dalí es sustituida por la característica barandilla y farola de la playa de San Lorenzo. 

Muchacha frente al mar

        Las referencias histórico-artísticas de Clásicos Populares son filtradas a través de una estética deudora del Pop Art. El término Pop, que alude a lo popular, fue puesto en circulación por el crítico Lawrence Alloway hacia el año 1955, un momento en el que la estabilización política y económica conseguida en Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial revalorizó los objetos triviales del mundo del consumo. 
La versión española de este movimiento, posterior cronológicamente a las creaciones anglo-americanas, difería de éstas principalmente por su gestación en un contexto totalmente antagónico, pues tuvo su desarrollo al abrigo de los años de decadencia de una dictadura contrastando con la sociedad del American Way of Life. 
Miguel Watio se nutrirá de ambos, de la versión norteamericana con Warhol como uno de sus principales representantes, y de la versión española protagonizada por Equipo Crónica.

El rastro de Andy Warhol se localiza sin pérdida en el lienzo Fabada, la versión astur de la Sopa Campbell. Warhol elevó artísticamente los productos de consumo y los trasladó de los supermercados a las galerías. Las bebidas Pepsi y Coca-Cola, el detergente Brillo, el ketchup Heinz… fueron objeto de esta descontextualización y conversión en auténticos iconos de la cultura contemporánea. Ahora, Miguel Watio otorga protagonismo a la lata de fabada, la dignifica otorgándole plena presencia en el lienzo y la convierte en auténtico símbolo de la cultura popular asturiana. 

Fabada

Por otro lado, la huella del Pop Art en su versión nacional se deja sentir en lienzos que remiten a los realizados por Rafael Solbes y Manolo Valdés cuando integraban Equipo Crónica. Estos artistas partieron de iconos de la Historia del Arte español (Velázquez, El Greco, Goya) que combinaron con motivos procedentes de los mass media y del Pop Art internacional, especialmente de Warhol y Lichtenstein, por medio de los cuales realizaron una crítica socio-política de la realidad que les tocó vivir.
Partiendo de esa influencia y contemporaneizándola, en esta exposición se presentan obras de fuerte carga satírica a pesar de mostrar en un primer vistazo una supuesta apariencia humorística y banal. Es el caso de Oh my God, en el que a un San Francisco de Asís zurbaraniano se le aparece un Supermán. Dios es sustituido por un mito del cómic. La fe religiosa es suplantada por la fe en la cultura de masas. Umberto Eco argumenta en su libro Apocalípticos e integrados que la figura de Supermán encarna al hombre “heterodirigido”. En sus propia palabras un hombre heterodirigido es aquel que “vive en una comunidad de alto nivel tecnológico y dentro de una especial estructura social y económica (en este caso, basada en una sociedad de consumo), al cual se sugiere constantemente (a través de la publicidad, las transmisiones de televisión, y las campañas de persuasión que actúan en todos los aspectos de la vida cotidiana) aquello que debe desear y cómo obtenerlo”.

Oh my God

La reversión Pop de Miguel Watio reacciona ante los fenómenos de la despersonalización en la sociedad de masas y nos muestra en Televisión nutritiva al hombre con sombrero hongo de Magritte frente a una pantalla de plasma. Para el artista surrealista dicha figura con sombrero remite al hombre común y corriente, al individuo que está integrado en la masa. Anónimo y despersonalizado, Miguel lo sitúa ante la televisión, uno de los mayores objetos de atracción y embobamiento en el mundo contemporáneo. En esa línea se orienta también Twist and shout, obra en la que la alienada figura de Much parece gritar presa de desesperación ante la música de consumo que la industria trata de hacernos ingerir en aras de lograr la homogeneización del gusto colectivo de la sociedad actual.

Televisión nutritiva


Twist and shout

Los trabajos que nos muestra el artista sevillano pueden estar abiertos a múltiples interpretaciones por parte del espectador. En Exterminio una mano surge de la parte superior del lienzo accionando un spray tóxico sobre la mujer que grita en el Guernica de Picasso. La agresión ataca a una de las obras más representativas de la Historia del Arte, icono la lucha contra el franquismo y, en general, de la lucha contra la sinrazón de la guerra. Este lienzo puede ser analizado en varios sentidos. Una persona preocupada por la ecología verá reflejado el problema de la contaminación ambiental y atmosférica que está acabando con la capa de ozono. Sin embargo, otra persona puede leer la obra en clave de problemática social y asociarla a los sprays con los que rocían a los inmigrantes que tratan de atravesar la valla de Melilla para llegar a España.

Exterminio

Manipula obras cargadas de aura benjaminiana. En La Alegre, reinterpreta a La Gioconda de Leonardo da Vinci. Icono de cultural atemporal, la Mona Lisa es uno de los retratos más famosos y reproducidos por la publicidad y los mass media, además de objeto de múltiples relecturas por parte de artistas como Marcel Duchamp, Enrico Baj, Jan Vos, Andy Warhol, Botero, Basquiat, Banksy o Philippe Halsman. El lienzo de Leonardo que muestra un paisaje de fondo en perspectiva aérea y con el característico sfumato diluyendo los contornos, es sustituido aquí por un interior de azulejos setenteros, añadiéndole de atrezzo un vino español y unas olivas a modo de vermut para esta mujer de sonrisa eterna.

La Alegre

En Cerillero, el Marat de Jacques-Louis David no yace muerto en una bañera sino en una caja de cerillas. Una mujer de aire vulgar que fuma un cigarrillo emerge de una composición neoplasticista en el lienzo Ventana pop. La tosca fémina recuerda, en versión pictórica, a las esculturas hiperrealistas de Duane Hanson teñidas de una fuerte crítica social. En otros provocativos lienzos realiza subversiones como descender al Pensador de Rodin de su pedestal y colocarlo en una taza de wáter o sentar al Inocencio X de Velázquez sobre una moto en sustitución del sillón papal.

Cerillero



Ventana Pop

         Miguel Watio bebe de las fuentes del Por Art para presentarnos en esta serie de Clásicos Populares una revisión de obras maestras. A nivel estético recurre formalmente al empleo de tintas planas y líneas firmes, generando zonas de color bien diferenciadas y, a nivel conceptual, subvierte su significado primigenio. Hace que el espectador se enfrente de manera novedosa, irónica y crítica a obras muy asentadas en el imaginario colectivo y, para ello, descontextualiza iconos de la Historia del Arte generando desconcierto y sorpresa en el público.


Texto publicado para el catálogo digital de la exposición "Clásicos Populares" de Miguel Watio en Galería Cornión.

http://issuu.com/cornion/docs/cat__logo_miguel_watio


Más información sobre la exposición:

http://www.lne.es/gijon/2014/06/13/watio-sonrie-maestros/1599820.html


domingo, 25 de enero de 2015

GIUSEPPE PANZA: LA COLECCIÓN DE ARTE COMO ZEITGEIST

“Las motivaciones que determinan la elección de las obras de arte contemporáneo radican en la conciencia interna del coleccionista.”

Giuseppe Panza

Giuseppe Panza

Sensible, profundamente reflexivo y de agitado intelecto, Giuseppe Panza (1923-2010) es uno de los nombres fundamentales dentro de la Historia del Coleccionismo. Como ferviente lector devoró todo tipo de materias: historia del arte, historia, filosofía, literatura, física, biología, astronomía… De todas y cada una de ellas supo extraer el jugo necesario que resolviese sus inquietudes y dudas, ayudándole a mejorar su capacidad de juicio, lo cual influyó de forma directa en el desarrollo de su colección.
La importancia de Panza radica en su manera de concebir el arte y el coleccionismo. Para el italiano el arte representa el espíritu de su época, es expresión de su tiempo. De tal modo que el concepto zeitgeist (Zeit/espíritu, Geist/tiempo), de raíz alemana, se convirtió en la clave que guiaría su trayectoria como coleccionista.

En 1956 adquirió en una galería parisina una obra de Tàpies. Fue su primera compra importante. La superficie matérica y el cromatismo terroso de esta pieza traducían el sentir convulso del momento histórico postbélico. El informalismo reflejaba el pesimismo vital que debido a ese contexto inundaba la psique de Panza.
Siguiendo esta línea y su convicción del arte como manifestación del espíritu de una época compró unos Otages de Fautrier. Estos Rehenes expresaban la angustia de Europa tras la guerra. Son obras que contienen el peso de la historia.

Dan Flavin

Ejemplo de coleccionista generoso y consciente del beneficio que esta actividad tiene para la sociedad, Giuseppe Panza sintió la necesidad de compartir su  obra, así como de conseguir unas condiciones óptimas de conservación y exhibición. En el texto titulado “Las motivaciones del coleccionismo”, recogido en la obra colectiva “Los espectáculos del Arte” coordinada por Francisco Calvo Serraller, el propio Panza señaló: “Como individuos que son, los coleccionistas están destinados a desaparecer, lo mismo que todo ser humano; pero su existencia no habrá sido en vano si contribuyen al conocimiento y a la conservación de las cosas creadas en el momento en que tuvieron la posibilidad de actuar, y que pueden resultar útiles para que las generaciones venideras puedan contemplarlas y obtener información. Es un proceso que trasciende nuestra individualidad.”

Villa Menafoglio

Por ello, parte de su colección se localiza en Villa Menafoglio (Varese). El objetivo que persiguió al instalarla allí fue beneficiar la contemplación estética de las obras presentándolas en un ambiente idóneo que ayudase a la comprensión de las intenciones creativas de los artistas.
A finales de los ochenta, consciente de la necesidad de accesibilidad de su colección a un público más amplio, Panza entró en contacto con instituciones públicas de relevancia internacional como El Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles y el Solomon Guggenheim de Nueva York. Así, aunque a día de hoy la Colección Panza esté dispersa entre El MOCA, la Fundación Guggenheim en sus distintas sedes (fundamentalmente en Bilbao) y Villa Menafoglio (gestionada por la FAI/Fondo per l´Ambiente Italiano) es un auténtico referente a nivel mundial.

La relevancia de la Colección Panza, además de aglutinar grandes artistas y obras emblemáticas, radica en su función de espejo que ofrece un doble reflejo. Por un lado, abandera la noción de zeitgeist reflejando el clima intelectual de la época en que su propietario la reunió. Y, por otro, es reflejo del propio Giuseppe Panza, es una colección autobiográfica que respondió a sus interrogantes vitales. La colección como una continuación de su Yo, una prolongación de su pensamiento puesto que el arte, como lenguaje universal, es una forma de conocimiento que significa y comunica.
  
Dan Flavin en Villa Menafoglio



Artículo publicado para Bcollector

domingo, 18 de enero de 2015

GALERÍAS Y GALERISTAS: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

      Las galerías constituyen piezas fundamentales dentro del puzzle del sistema del arte. Enriquecen la oferta cultural de un sector en el que, hoy en día y debido a las circunstancias económicas, el ámbito privado va ganando peso frente a las cada vez más escasas iniciativas provenientes del medio público. Esta presencia in crescendo tiene lugar a pesar de que las galerías de arte viven un momento difícil y, en muchos casos, de transición a nuevos modelos de gestión. La permanentemente citada crisis económica ha provocado un descenso del consumo, al que ha de sumarse el incomprensible IVA cultural del 21 % y la ausencia en nuestro país de un coleccionismo privado consolidado debido en parte a la falta de apoyo político y a la inexistencia de un marco fiscal estimulador.

   Las galerías de arte se caracterizan por su ambivalencia funcional: cultural pero también económica. Como negocio privado exhiben, promocionan y venden obras de arte. Pero, además de ello, juegan el papel esencial de poner en conexión las últimas tendencias artísticas con el público.
La figura del galerista, compleja y polivalente, es clave en el desarrollo de este tipo de negocio cultural. Pearl Lam, directora de la Pearl Lam Galllery, define de forma muy clara esta profesión a la par que establece una auténtica declaración de intenciones: 

“Ser galerista es un medio de crear una plataforma que permita a los visitantes interactuar con las obras de arte en las que nosotros, los galeristas, creemos (…). Exponer la obra de creadores famosos y reconocidos en contextos diferentes, y también dar una oportunidad a artistas emergentes con los que tenemos un compromiso.
Me gusta conocer a artistas y conservadores. Son una fuente permanente de inspiración y de aprendizaje, que me ayuda a forjar mis propias ideas y opiniones. El proceso de construir la reputación de un artista y de presentarlo en el mercado es otro aspecto de la labor de galerista que aprecio particularmente.”

La galerista Pearl Lam
      
      El eje central de la gestión de una galería consiste en tejer una red para sus artistas con el objetivo de dar a conocer al creador en el sector y fomentar la movilidad de su obra. Para ello, organizan exposiciones y otras actividades como conferencias y visitas guiadas, acuden a ferias de arte y bienales, venden obra a coleccionistas e instituciones destacadas e intercambian artistas con otras galerías.

El galerista actúa como representante participando en la construcción de la trayectoria profesional de los artistas, siendo también imagen de marca, de tal modo que, su profesionalidad y experiencia en el sector funcionan como una garantía que incrementa el valor de la obra que vende y ofrece seguridad y confianza a sus coleccionistas.

     En el siglo XX encontramos destacados galeristas que aúnan las características esenciales de lo que supone esta profesión. Como muestra están los carismáticos Paul Guillaume y Peggy Guggenheim.
Paul Guillaume fue coleccionista y también un galerista que brindó apoyo moral y económico a artistas tan importantes como Derain, Modigliani, Van Dongen, De Chirico, Delaunay o Soutine. Se convirtió en figura esencial dentro del mercado del arte en el primer tercio del siglo XX y en 1914, en vísperas de la primera guerra mundial, abrió una pequeña galería que inauguró con una exposición de los artistas rusos Mijail Larionov y Natalia Gontcharova. 
Pionero en el sector junto con otros nombres como Durand-Ruel o Ambroise Vollard, Guillaume encarnó la imagen del galerista polifacético pues, además de marchante que vende obra a sus clientes, desarrolló otros cometidos asumiendo un activo papel en el ambiente cultura de su época. Actuó como fiel amigo de muchos artistas, descubrió nuevos talentos,  medió entre el arte de vanguardia y el público y defendió la obra de sus creadores no sólo por medio de exposiciones sino también de publicaciones, muchas de las cuales con textos firmados por nombres tan destacados como Apollinaire y André Salmon.
Guillaume, además de comercial y mecenas, fue consejero de la colección del adinerado médico norteamericano doctor Barnes. Paul gozaba de estatus y de autoridad de opinión dentro del sector. De hecho, Modigliani lo retrató en 1915 bajo el lema novo pilota aludiendo a su reputación de adalid del arte moderno. 

Retrato de Paul Guillaume como Novo Pilota (1915, Modigliani)

      El segundo ejemplo seleccionado es Peggy Guggenheim, galerista, coleccionista y gran mecenas. Abrió las puertas de su galería Art of this Century el 20 de octubre de 1942 con el doble objetivo de exhibir su colección y de organizar exposiciones comerciales. Para tal día Peggy lució un pendiente hecho por Calder y otro por Tanguy. Este gesto no tuvo nada de banal, pues su fin fue expresar un auténtico compromiso con el arte y los artistas a los que apoyaba, así como su imparcialidad entre los surrealistas y los abstractos. Incluso, impulsada por el deseo de motivar a los artistas de su galería, terminó comprando muchos de los cuadros que exponían.

    Peggy no fue una galerista dedicada al simple comercio del arte. Peggy adoraba el arte, era fundamental en su vida. No era una mera mercancía ni una simple inversión, era su pasión, de tal modo que formó una colección que contó con obra de los principales exponentes de las vanguardias: Braque, Picasso, Ernst, Dalí, Magritte, Brancusi, Kandinsky o Giacometti.
Calificada como la Medicis del siglo XX se convirtió en la auténtica impulsora del arte moderno y, desde su galería, fomentó el desarrollo del arte americano contemporáneo, especialmente del expresionismo abstracto siendo, además, la principal promotora de la carrera de Pollock.

Peggy Guggenheim
       
      La mayor parte de los galeristas destacan que una de las motivaciones principales de su trabajo es el contacto directo con los artistas. Paul Guillaume y Peggy Guggenheim fueron ejemplos de ello. Pero, además de esta labor de relaciones públicas, el galerista abarca un amplio campo de gestión que precisa de una gran polivalencia funcional. Romain Degoul, director de la Galería París-Beijing afirma que “este oficio es una pasión, son cien profesiones en una sola.”
La galería es un agente del mercado del arte cuya gestión comprende la promoción artística, el dominio de los medios de comunicación y la publicidad,  las estrategias de venta y la definición de los programas expositivos de cada temporada. También se precisa del control de otros ámbitos como es el de la gestión documental que implica la catalogación y registro de obras, así como la conservación de las mismas en depósito y los trámites de los seguros destinados a cubrir daños o pérdidas tanto por su almacenamiento como por su transporte o exhibición.


El galerista Romain Degoul
     
    El galerista debe llevar una organizada gestión informática de inventarios, artistas y clientes. Dicho campo de la gestión cultural se convierte en la columna vertebral que rige la organización óptima de este tipo de empresa. En relación a los clientes es clave hacer hincapié en el marketing directo, el mailing dirigido a los potenciales compradores. Además de ello, un factor fundamental en la actualidad es la optimización de los recursos que ofrece la Web 2.0, centrados en la página web y las redes sociales.

Internet ha revolucionado el medio redefiniendo la forma de exhibir y vender arte por parte de los creadores, de comprarlo por parte de los coleccionistas y de experimentarlo por parte del público. Un conocido ejemplo de ello es la galería online de Charles Saatchi, la Saatchi Art. Se trata de una plataforma para los artistas que no poseen marchante, permitiéndoles presentar su obra, comunicarse con otros artistas y vender a coleccionistas. El galerista ha declarado que se siente especialmente orgulloso de este proyecto: “Personalmente, me siento muy feliz al ver que más de 120.000 utilizan hoy la página como escaparate. Antes me deprimía cada vez que visitaba a un artista en uno de esos edificios que albergan unos 50 estudios porque sabía que 49 de ellos rara vez recibirían la visita de alguien que tuviera un impacto significativo en sus carreras. La página está sirviendo para sacar a la luz la obra de montones de artistas y colgarla en las paredes de los coleccionistas. Es emocionante. Ojalá hubiera sucedido antes.”

Charles Saatchi
     
     La Web 2.0 permite interactuar de forma directa con el público y posibilita unas estrategias de comunicación altamente efectivas para dar a conocer a los artistas y su trabajo, crear eventos y publicitar actividades y exposiciones. Del conocido como marketing “boca a oreja”  o “boca a boca” se ha evolucionado al marketing del “me gusta” y del “tweet a tweet”.
Un reciente estudio que analiza la visibilidad de las galerías en la red social Facebook, afirma que “la mayoría de los responsables de las galerías de arte no ha incorporado aún estas herramientas de comunicación online en sus planes y actividades de promoción cultural.”. Su presencia es escasa, con pocas publicaciones o contenidos carentes de interés, lo que conlleva una participación limitada del público e impide que la interacción sea fluida. Este medio de comunicación no debe infravalorarse ya que, como sentencia el estudio, “cada día hay más periodistas culturales y coleccionistas de arte que consultan las redes sociales para informarse de tendencias y para estar al día sobre novedades y noticias relacionadas con el sector.”

     Analizadas las principales líneas de la gestión de una galería y las novedades que presenta el sector tras su incorporación a la Web 2.0 queda matizar que, en la actualidad, la clave de la subsistencia se basa en una renovación constante. Somos espectadores de un momento de inflexión en este ámbito. Artistas y comisarios persiguen regenerar y dinamizar el panorama artístico buscando e ideando espacios diferentes a los tradicionales para desarrollar nuevos modelos de gestión cultural. Espacios alternativos e independientes al margen de las instituciones públicas, los museos y las galerías. Éstas últimas son rechazadas con frecuencia por la presión que supone la necesidad de ventas, también porque se busca la movilidad e itinerancia, se pretende salir del cubo blanco ganando en libertad, flexibilidad y experimentación. Los lugares escogidos son viviendas particulares, estudios y talleres de artistas, espacios industriales en desuso, garajes, escaparates de comercios… Esta nueva realidad, en mutación constante, convierte al futuro de la gestión de las tradicionales galerías en un tour de force de reinvención continua.


Bibliografía:

CELAYA, Javier; IRIARTE, Jorge y SALDAÑA, Iñaki: Visibilidad de las Galerías de Arte Contemporáneo en Facebook. www.dosdoce.com, año 2014.
ESPEL ALDÁMIZ ECHEVARRÍA, Miguel: El mercado del arte. Reflexiones y experiencias de un marchante. Ediciones Trea, Gijón, 2013.
GILL, Anton: Peggy Guggenheim. Confesiones de una adicta al arte. Plaza y Janés, Barcelona, 2002.
JIMÉNEZ BLANCO, María Dolores y MACK, Cindy: Buscadores de belleza. Historias de los grandes coleccionistas de arte. Ariel, Barcelona, 2007.
El Mercado de Arte Contemporáneo. El informe anual Artprice 2013.
Me llamo Charles Saatchi y soy un artehólico. Phaidon, Nueva York, Londres, 2010


Artículo publicado en la revista Doblespacio Magazine nº2: Gestión de los espacios culturales