Viajar.
Recorrer el mundo, sus países, sus lugares. Y la fotografía como testigo de
ello. La alianza entre los verbos viajar y fotografiar viene de lejos. Tanto su
auge como su coalición llegaron en el siglo XIX, momento en el que ambas
prácticas surgieron de forma coetánea para comprender la realidad circundante.
El
fotógrafo autodidacta Borja de Madariaga a través de “Diario de Viajes”, la exposición que presenta en la Galería Viki Blanco. El arte de lo imposible,
cumple la misión como viajero de ser un descriptor de su entorno. En literatura
el género de la periegética, como
antecesor de la llamada literatura de
viajes, se refiere a aquellos libros que contienen descripciones como consecuencia
de viajes y que sirven como una especie de guía para el turista. Podríamos
decir, extrapolando el término a otra manifestación artística, que la suya es
en esta muestra una fotografía periegética.
Monument Valley, Serie USA, The Landscapes |
Carmelo
Vega en su ensayo Lógicas turísticas de la fotografía editado por Cátedra, nos
habla de Théophile Gautier (escritor, crítico literario y fotógrafo), quien en
su obra Viaje a España (1853) definió que su misión de viajero/fotógrafo debía ser la de un "turista descriptor". Como precisa Carmelo: “Gautier comprendió que nada se parece más
al ojo del turista que el ojo de la cámara fotográfica, posándose en la
superficie de las cosas, pasando por ellas, marcando distancia a través del
abismo insalvable de las imágenes. No en vano, Gautier fue uno de los pocos que
comprendió durante el siglo XIX que ése era el verdadero poder de la
fotografía, su mejor don, su mayor fuerza: intentar ofrecer la verdadera
fisonomía planetaria, ejecutando lo que ni el escritor ni el artista sabrían
(ni querrían) hacer; y llegar hasta los lugares más inaccesibles para
verificarlo todo, para mostrarlo todo”.
Ta Prhom 2. Serie: Angkor: Naturaleza y Misticismo |
En
Diario de viajes Borja de Madariaga
busca transportar al espectador a otros lugares descubriéndoles la riqueza cultural que
esconden y, especialmente, generar una imagen eterna y atemporal. En sus
propias palabras: “La
fotografía es para mí algo más que el intento de plasmar un instante, un momento
o una situación. Por el contrario, pretendo que la contemplación de mi obra transcienda
el tiempo y el espacio y transmita al espectador una sensación atemporal, una
evocación de vivencias, que le permita sustraerse del presente y disfrutar”
Angkor (Camboya), donde naturaleza y misticismo se
fusionan; el mítico Monument Valley, entre Utah y Arizona; o
Roma, la cittá eterna… Todos ellos lugares particularmente icónicos y
emblemáticos, protagonistas muchos de algunas de las más famosas películas del
séptimo arte.
Estas fotografías ofrecen
a quien las contempla la posibilidad de explorar y reconocer en la distancia,
de reconstruir la imagen del mundo. Constituyen un catálogo de sitios y
culturas que se alejan de los estereotipos para reflejar la visión personal de
su autor.
Bocca. Serie: Roma: Momentos de solitud |
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