lunes, 22 de agosto de 2016

ASÍ FUE BCOLLECTOR 2016

 "La educación como apuesta para el afianzamiento del coleccionismo"

Arte y coleccionismo, el binomio defendido por Bcollector como letimotiv de su idiosincrasia, se ha convertido en este 2016 en uno de los temas a tratar en el “Foro de pensamiento social:tendencias y retos de la sociedad actual” como actividad paralela del XII Congreso español de sociología: Grandes transformaciones sociales, nuevos desafíos para la sociología. El reto de una temática de estas características ha sido apostar por el coleccionismo de arte como un elemento clave dentro del contexto social contemporáneo.

Antonio Blanco Prieto, psicólogo, sociólogo y coleccionista, fue el moderador de esta edición tras haber sido él mismo ponente de la mesa redonda desarrollada en el 2014 bajo el lema “El coleccionismo bajo el prisma institucional y personal”. El hecho de formar parte de Bcollector 2016 le ha permitido abordar una de las cuestiones que más le preocupan como es la unión entre la cultura y la sociedad, además de poder analizar este asunto a partir de las reflexiones de los tres invitados: Luis Caballero, Alicia Ventura y Pablo de Castro. 

Antonio Blanco durante su intervención en Bcollector 2016

El primero de los ponentes fue Luis Caballero, médico psiquiatra y coleccionista, quien mediante un análisis de raíces biológicas trató de explicar cuáles son los resortes que impulsan el acto de comprar arte. Así, las tres gracias por la cuales todo coleccionista adquiriría (Belleza, Sociedad y Comercio) se verían completadas por una cuarta: la Biología.

El arte activa el cerebro humano, estaría comprobado que existirían núcleos de la recompensa cerebral que serían afectados por las manifestaciones artísticas. Para ello el psiquiatra analizó el ejemplo de tilonorrinco, un ave perteneciente a la familia Ptilonorhynchidae que se encuentra al norte de Australia y en Nueva Guinea. Este pájaro construye sus nidos a modo de gabinete de coleccionista para atraer a su pareja. La estructura, más o menos compleja, es elaborada a base de ramitas, palos y hojas, dentro y alrededor del cual los machos incorporan una gran variedad de objetos que van coleccionando: conchas de caracoles, flores, plumas, piedras, frutas pequeñas, desechos plásticos, pedazos de vidrio… No hay dos nidos iguales y la colección de objetos de su interior refleja el gusto personal de cada ave y la habilidad que tenga para procurarse cosas inusuales y raras. Luis Caballero vinculó esta manera de actuar del tilonorrinco con la definición que Walter Benjamin aportó sobre la figura del coleccionista como “fisionomista del mundo de los objetos”. 

Los nidos del tilonorrinco analizados por Luis Caballero

La segunda intervención corrió a cargo de Alicia Ventura, coordinadora del Programa Arteria DKV y asesora de la Colección de Arte DKV, además de ser directora del proyectocuidArt del Hospital Marina Salud de Dénia y directora del CongresoInternacional de Espacios de Arte y Salud.
Ventura dejó muy claro desde el comienzo de su charla que el arte y el coleccionismo no sólo es cuestión de belleza o de decoración, y que si existe la colección DKV es, precisamente, por su carácter social.

DKV tiene entre sus máximas la “Responsabilidad Cultural Corporativa” porque son plenamente conscientes del importante papel que juega el arte como elemento humanizador de los espacios, tanto para los pacientes como para el personal sanitario. El arte emplazado en ciertas zonas como salas de espera o lugares comunes del hospital no sólo resulta bello sino también útil a nivel terapéutico. 

Alicia Ventura durante su intervención en Bcollector 2016

Apoyan al arte joven con becas de producción de obra, adquieren proyectos site-specific por convocatoria que son trabajados en estrecha colaboración entre médicos y artistas, colaboran en ferias de arte y cuentan con una colección propia.

Algunos de los artistas que han intervenido en el hospital son Pamen Pereira con la instalación el ADN del Amor o Mira Bernabeu con el proyecto fotográfico titulado Panorama de bienes y servicios. Además tienen cabida a artistas que trabajan con ONG como es el caso de Juan Manuel Castro Prieto o Gervasio Sánchez y su serie de fotografías Vidas minadas.

Desde DKV consideran el arte como un elemento de innovación y de hecho, en las reuniones se ha empezado a contar con la presencia de artistas. Este año los protagonistas han sido Boa mistura.

ADN del Amor, de Pamen Pereira - Hospital Marina Salud de Dénia

El tercero de los ponentes fue el profesor, artista y coleccionista Pablo de Castro, cofundador del colectivo El Punto Rojo, que investiga y propone nuevas fórmulas para el aprendizaje de las artes en las enseñanzas regladas.

Pablo comenzó su intervención remontándose a su niñez y a los orígenes de su afición hacia el arte que situó en la figura de sus abuelos. Uno de ellos pintaba y hacía figuritas de belén, mientras que con su abuela visitaba el Museo Nacional de Escultura de Valladolid.

Como coleccionista comenzó realizando compras intermitentes y espasmódicas bajo las premisas del “me gusta, tengo un hueco, lo puedo pagar y lo compro”. En un primer momento sentía fascinación por el trabajo de artistas como Sicilia, Saura y Clavé. 

Pablo de Castro durante su intervención en Bcollector 2016

En el 2009 una obra de Rebeca Menéndez le condujo a la epifanía. Las hasta ahora compras esporádicas se convirtieron en un goteo constante que pasó a tener una claro hilo conductor: su hija y el síndrome de Rett que padece. Ésta es una enfermedad rara que afecta a aproximadamente a un niño de cada 10.000 y que provoca  un retraso grave en la adquisición del lenguaje y de la coordinación motriz con una pérdida de capacidades progresiva.

A partir de ese momento su colección se convirtió en un cauce de comunicación entre su hija y él, en una herramienta terapéutica orientada a paliar las desventajas cognitivas o relacionales de su hija. De hecho, en la actualidad, Pablo está inmerso en el desarrollo de una aplicación que recoja las obras de su colección y permita a su hija interactuar de algún modo con ellas mejorando su calidad de vida.

Fotografía de Ellen Kooi en la Colección de Pablo de Castro

Después de las tres charlas se generó una mesa de debate en la que el público asistente pudo realizar preguntas a los ponentes. El diálogo generado dio lugar a las siguientes conclusiones:

      1. El arte no es una actividad elitista y el coleccionismo debe hacerse entender y darle visibilidad. Hasta ahora pesaba más en este campo el coleccionismo a nivel institucional pero cada vez está cobrando más importancia y protagonismo el coleccionismo privado.

2. El arte provoca respuestas emocionales y es una herramienta educativa y transgresora. La educación en este campo es fundamental porque es la base del futuro coleccionista.

    3. Karin Ohlenschläger, la nueva directora de actividades de Laboral Centro de Arte y Creación Industrial hizo hincapié en que la educación artística está desapareciendo. Ahora esta función social la asumen las galerías y las ferias de arte, sin perder de vista que la el objetivo de éstas es vender y el quiz de la cuestión está en educar a la sociedad previamente para que aprecie, valore y compre.

Debate Bcollector 2016

Artículo publicado en Bcollector: