martes, 24 de enero de 2017

CUBISMO EN EL MUSEO DE BELLAS ARTES DE ASTURIAS

Considerada como la primera vanguardia propiamente dicha, el Cubismo se convierte en protagonista del Museo de Bellas Artes de Asturias como consecuencia de la colaboración con la Fundación Telefónica.

La Colección Cubista de Telefónica se expone, hasta el 8 de enero, en la planta -1 del edificio de la ampliación de la pinacoteca asturiana. En ella se pueden ver 36 obras articuladas entorno a tres ejes: los lienzos de Juan Gris, otros cubismos parisinos (Albert Gleizes, Jean Metzinger, Louis Marcoussis, André Lhote, Georges Valmier, María Blanchard y Auguste Herbin) y la expansión del movimiento a través de artistas españoles y latinoamericanos (Manuel Ángeles Ortiz, Rafael Barradas, Xul Solar o Vicente Huidobro).

La muestra se complementa con una selección bibliográfica vinculada a los distintos cubismos y con el documental titulado  Juan Gris. Cubismo y Modernidad, del director José Luis López-Linares. En él se aborda la biografía del pintor cubista, su vida en París, su pertenencia al Bateau-Lavoir de Picasso, Braque, Apollinaire y Gertrude Stein, así como su estrecha relación con Henry Kahnweiler quien, junto con Ambroise Vollard se convirtió en uno de los principales marchantes de la época. Esta figura, surgida por primera vez entorno al Cubismo, tuvo una gran importancia para la Historia del Arte. Por medio del “dealer”, los artistas podían desvincularse del seguimiento comercial de su obra y aislarse en el proceso creativo. 

La fenetre aux collines, de Juan Gris
(óleo sobre lienzo, 95,5 x 114,5 cm, 1923)

La importancia de La Colección Cubista de Telefónica aparece definida en el díptico de la muestra. En él se puntualiza que “surgió con la intención de cubrir un vacío en las colecciones españolas sobre este movimiento detonante de las vanguardias y, con el paso del tiempo, se ha configurado como una completa y fundamental selección de obras que ponen de relieve la diversidad de las propuestas y técnicas cubistas desarrolladas a lo largo del tiempo. Formada en torno a la obra de Juan Gris, propone una visión complementaria a la de la historiografía tradicional -con Georges Braque y Pablo Picasso como creadores del movimiento-, en la que se incluyen además diferentes propuestas de artistas europeos y latinoamericanos afines a este lenguaje.”

La guitare sur la table, de Juan Gris
(óleo sobre lienzo, 85 x 97 cm, 1913)

El término Cubismo emergió de la mano de Matisse cuando, tras ver una obra de Braque, afirmó que “parecía estar hecha por pequeños cubos” y Guillaume Apollinaire se convirtió en su principal teórico tras escribir el ensayo crítico Les peintres cubistes (Los pintores cubistas) que se convirtió en el manifiesto del grupo.

La concepción de la visión múltiple del objeto en esta vanguardia, derivada de la influencia de Cèzanne, implica que los elementos son representados de forma simultánea desde diversos puntos de vista. Al mismo tiempo, no poseen límites absolutos  y se muestran afectados por las formas contiguas. Cuando los pintores cubistas realizan esta concepción de multivisión del objeto están presuponiendo a un nuevo espectador que tiene que realizar un verdadero esfuerzo mental frente al cuadro para intentar reconocer el asunto.

Entre las principales iconografías abordadas por el Cubismo y, presentes de forma predominante también en esta muestra del Museo de Bellas Artes, se encuentran los paisajes, los bodegones y los retratos. Los primeros dos géneros pueden aparecer combinados en obras como Balcón abierto y plato con pescados de Manuel Ángel Ortiz. En el caso del último de ellos destacan trabajos como el Retrato de Antonio de Rafael Barradas y el lienzo de Albert Gleizes que representa Jean Cocteau.

Jean Cocteau, de Albert Gleizes
(óleo y yeso sobre lienzo,
142 x 105,5 cm, 1916)

Esta vanguardia atravesó tres principales etapas: cezanniana (1907/09), en la que los pintores parten de la experiencia de Cézanne con panoramas de paisaje que responden a diferentes puntos de vista y donde la realidad está geometrizada; analítica (1910/11), en la que se produce una multiplicación de planos tan intensa que el objeto se hace irreconocible; y, por último, sintética (1912/14), en la cual se reduce el número de planos de nuevo y aparece el collage. En esta última fase es habitual encontrar zonas en los lienzos trabajadas con técnicas que imitan al mármol o a la madera. Un ejemplo en la presente exposición es La guitare sur la table (1913) de Juan Gris. En otras obras, el propio Gris incorpora collage como es el caso de Verres, journal et bouteille de vin, una técnica que aparece también en Il grapollo di uva (1914) del cubista argentino Emilio Pettoruti.

La Colección Cubista de Telefónica
en el Museo de Bellas Artes de Asturias


Artículo publicado en Bcollector


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