A finales de la década de los
cincuenta del siglo pasado llega a su fin la fase de autarquía en la que España
estaba sumida. Mientras crece la oposición al Régimen franquista, algunos
exiliados retornan al país. En este contexto trabajaron los artistas españoles
quienes, aprovechando la situación de apertura a lo foráneo, exploraron nuevas
vías de renovación estética enfocando su arte a las tendencias internacionales:
primero al informalismo y la pintura matérica; después, al arte pop.
La
versión española del pop art difería de las creaciones anglo-americanas en
cuanto a objetivos. La circunstancia de gestarse durante los años de decadencia
de una dictadura fue definitoria al respecto. Nada tenía que ver el oscuro
clima español con la sociedad del consumismo y del bienestar, del American Way of Life conseguido después
de la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos.
Con una poética
propia, el arte pop español reinterpretó de forma aguda la realidad del
momento, convirtiendo la crítica al franquismo en leit motiv de su obra. Tampoco faltaron las referencias al
desarrollismo económico y a la nueva sociedad de masas.
Equipo Crónica fotografiado por Paco Alberola |
Equipo Crónica comienza su
andadura en el año 1964 de la mano de Rafael Solbes, Manolo Valdés y Juan
Antonio Toledo (quien pronto se desligaría del grupo). Su trabajo conjunto se
prolongó hasta 1981, fecha en la que fallece Rafael Solbes. Este hecho supone
la desaparición del Equipo y el inicio de la carrera artística de Manolo Valdés
en solitario.
En
1965 firmaron un manifiesto programático. Algunos de sus fragmentos aportan
datos relevantes sobre su forma de trabajar y su orientación estilística: “El Equipo Crónica se ha constituido como
conjunto de trabajo, colaboración y experimentación”, señalan lacónicos en
el texto. Y más adelante defienden: “Métodos
colectivos, fines sobreindividuales y presencia de la realidad y de la
dialéctica histórica, implican un arte comprometido, un arte al servicio de los
valores humanos”.
Equipo Crónica
trabajó colectivamente, rechazando el individualismo y abogando por un arte de
carácter crítico, concebido a modo de reportaje o crónica de la realidad
sociopolítica.
Su obra muestra
una personal reinterpretación de la pintura clásica y contemporánea del arte
español. Mediante estas particulares citas establecen nuevas relaciones entre
el espectador y la obra. Parten de iconos de la Historia del Arte español que
pasan a ser conjugados con imágenes extraídas de los mass media, la cultura
popular y motivos archiconocidos del pop art internacional y de sus principales
representantes, como Warhol y Lichtenstein.
Barroco español (1966) |
La crítica
política y social quedó reflejada en Barroco español (1966, serigrafía),
en el que una mesa repleta de manjares ocupa más de un tercio de la obra. Al
suculento banquete asisten un nutrido grupo de personajes relevantes
procedentes de conocidos lienzos de la pintura española de El Greco, Velázquez
y Goya. Cerrando el conjunto, un cielo con una nube, préstamo de Roy
Lichtenstein. La reflexión que se extrae está directamente vinculada a la situación
de la España del momento. La opulencia vivida por estos personajes contrasta
fuertemente con la situación que se estaba viviendo en el país: la decadencia
de una dictadura, la pobreza aún arrastrada por una guerra civil y el atraso
cultural. Esa realidad antagónica respecto de la que estaban sufriendo los
espectadores de la obra era la que pretendían resaltar los artistas.
Guernica (1971) |
En Guernica
(1971, serigrafía) el simbólico caballo agonizante del cuadro de Picasso es
agredido por el disparo de un avión de Roy Lichtenstein, procedente de su obra
Whaam! (1963), en la que un aeroplano dispara a otro. La explosión ataca de
forma directa a una de las obras más representativas de la Historia del Arte,
icono general de la lucha contra la barbarie de la guerra e icono particular de
la lucha contra el franquismo.
Como último
ejemplo característico del espíritu de Equipo Crónica, la obra Pim-Pam-Pop
(1971, acrílico sobre lienzo) fusiona la realidad nacional con una recopilación
de hitos del pop art internacional. En ella se representa a un nutrido grupo de
la policía franquista, conocida popularmente como Los grises por el color de su uniforme, avanzando con paso decidido
y pisoteando unas Flowers de Warhol. De Andy también figuran una Lata de Sopa Campbell y un autorretrato
en el casco de uno de los policías. De Roy Lichtenstein procede el fondo, con
su habitual punteado de las tramas fotomecánicas. Y, en un ejercicio de agudeza
visual, es posible distinguir el torso de una fémina desnuda de Tom Wesselmann
en el extremo izquierdo, hacia donde se dirige la policía.
Pim-Pam-Pop (1971) |
Equipo Crónica creó, por tanto, un arte político pero atento a las novedades estéticas. Sincretizando lo nacional con lo internacional y convirtiendo su obra en vehículo de un realismo social de clara militancia ideológica. Un Pop Art nada banal pero sí muy comprometido con la realidad social del momento que les tocó vivir.
Artículo publicado para Crac! Magazine Notas
http://cracmagazine.wordpress.com/2013/04/28/el-pop-critico-de-equipo-cronica/
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