viernes, 30 de septiembre de 2016

PAISAJES DEL VIAJE

Viajar. Recorrer el mundo, sus países, sus lugares. Y la fotografía como testigo de ello. La alianza entre los verbos viajar y fotografiar viene de lejos. Tanto su auge como su coalición llegaron en el siglo XIX, momento en el que ambas prácticas surgieron de forma coetánea para comprender la realidad circundante.

El fotógrafo autodidacta Borja de Madariaga a través de “Diario de Viajes”, la exposición que presenta en la Galería Viki Blanco. El arte de lo imposible, cumple la misión como viajero de ser un descriptor de su entorno. En literatura el género de la periegética, como antecesor de la llamada literatura de viajes, se refiere a aquellos libros que contienen descripciones como consecuencia de viajes y que sirven como una especie de guía para el turista. Podríamos decir, extrapolando el término a otra manifestación artística, que la suya es en esta muestra una fotografía periegética

Monument Valley, Serie USA, The Landscapes

          Carmelo Vega en su ensayo Lógicas turísticas de la fotografía editado por Cátedra,  nos habla de Théophile Gautier (escritor, crítico literario y fotógrafo), quien en su obra Viaje a España (1853) definió que su misión de viajero/fotógrafo debía ser la de un "turista descriptor". Como precisa Carmelo: “Gautier comprendió que nada se parece más al ojo del turista que el ojo de la cámara fotográfica, posándose en la superficie de las cosas, pasando por ellas, marcando distancia a través del abismo insalvable de las imágenes. No en vano, Gautier fue uno de los pocos que comprendió durante el siglo XIX que ése era el verdadero poder de la fotografía, su mejor don, su mayor fuerza: intentar ofrecer la verdadera fisonomía planetaria, ejecutando lo que ni el escritor ni el artista sabrían (ni querrían) hacer; y llegar hasta los lugares más inaccesibles para verificarlo todo, para mostrarlo todo”.

Ta Prhom 2. Serie: Angkor: Naturaleza y Misticismo

      En Diario de viajes Borja de Madariaga busca transportar al espectador a otros lugares descubriéndoles la riqueza cultural que esconden y, especialmente, generar una imagen eterna y atemporal. En sus propias palabras: “La fotografía es para mí algo más que el intento de plasmar un instante, un momento o una situación. Por el contrario, pretendo que la contemplación de mi obra transcienda el tiempo y el espacio y transmita al espectador una sensación atemporal, una evocación de vivencias, que le permita sustraerse del presente y disfrutar”

Angkor (Camboya), donde naturaleza y misticismo se fusionan;  el mítico Monument Valley, entre Utah y Arizona; o Roma, la cittá eterna… Todos ellos lugares particularmente icónicos y emblemáticos, protagonistas muchos de algunas de las más famosas películas del séptimo arte.

Estas fotografías ofrecen a quien las contempla la posibilidad de explorar y reconocer en la distancia, de reconstruir la imagen del mundo. Constituyen un catálogo de sitios y culturas que se alejan de los estereotipos para reflejar la visión personal de su autor.

Bocca. Serie: Roma: Momentos de solitud



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