sábado, 6 de mayo de 2017

FRANCESCA WOODMAN: IDENTIDAD, CUERPO Y ESPACIO

Hasta el 7 de mayo el MuseoPatio Herreriano de Vallladolid presenta la exposición “Francesca Woodman. Obras de la colección Sammlung Verbund de Viena”.
Desde su fundación, en el año 2004, la Sammlung Verbund ha adquirido de manera regular fotografías de Woodman atesorando uno de los conjuntos más completos de la obra de esta artista. 

Exposición de Francesca Woodman en el
Museo Patio Herreriano de Valladolid

La colección pertenece a Verbund, una de las principales empresas productoras de energía hidroeléctrica de Austria, y está centrada en el arte contemporáneo internacional desde 1970 hasta la actualidad, con un énfasis especial en la vanguardia feminista de los años setenta y sus prácticas innovadoras.

La curadora Gabriele Schor acuñó el término de Avant-Garde Feminista para definir los logros pioneros de estas artistas que operaban fundamentalmente en el terreno de la fotografía, el collage y el vídeo a través de un arte radical y provocativo con ánimo de reconfigurar la iconografía de la mujer como musa pasiva entregada a la mirada masculina que había sido preponderante hasta el momento en la Historia del Arte. 


Las artistas de la Avant-Garde Feminista presentes en la Colección Verbund, cuestionaron el patriarcado y el sexismo imperante en la sociedad y emprendieron unas realizaciones artísticas en las que las identidades femeninas, los papeles de género y la política sexual fueron protagonistas a través de nuevos modos de expresión.
Cindy Sherman, Helena Almeida, Teresa Burga, Judy Chicago, Esther Ferrer, Ana Mendieta, Gina Pane, Carolee Schneemann, Suzy Lake, Rita Myers y Francesca Woodman, entre otras muchas, forman parte de esta colección.

En esta exposición se exhiben 49 obras de Woodman que fueron realizadas en una periodo creativo relativamente corto, desde 1972 hasta 1980.  Las imágenes, tomadas con una cámara de gran formato, son en blanco y negro, cuadradas en su mayoría y de tamaño reducido.


Gabriel Schor da pistas sobre cómo enfrentarnos a estas fotografías y afirma: “Concentrémonos en las energías del cuerpo femenino, que la Woodman visualiza en su interacción con la habitación y su interior. Examinemos el uso de herramientas (unos espejos, unos guantes, una tela de plástico, un empapelado, un pez, etc) en las fotografías de la Woodman para subrayar cómo estos objetos le ayudan a desplegar un lenguaje metafórico, poético, emblemático. Y, finalmente, analicemos entonces el trabajo de Woodman en un contexto feminista e histórico-artístico”.

La artista utiliza su cuerpo, en muchas ocasiones desnudo, para explorar cuestiones de identidad. Nadie podía verla como ella misma se miraba y, a través de este conjunto de fotografías, Woodman interrelaciona su cuerpo con el espacio circundante ejerciendo así una metáfora poética de la subjetividad femenina. 


El ambiente escenográfico muestra silenciosas habitaciones abandonadas y pobladas algunas veces por extraños objetos. El objetivo de estas escenas es generar preguntas más allá de cualquier límite y penetrar en el particular universo de esta fotógrafa en el que el tiempo parece suspendido y predispuesto a la introspección.

Recorriendo la exposición del Museo Patio Herreriano de Valladolid leemos la siguiente cita de Paul Ricoeur en una de las paredes entre fotografía y fotografía de Francesca: “Podemos vivir el cuerpo, como la cárcel del alma o como su manifestación externa. Podemos vivirlo como sospecha o gozo; como una limitación o como un medio para la libertad y la expresión de nuestro ser”. Esta cita resume la esencia de las instantáneas presentadas por la Colección Verbund y permite al espectador combinar palabra e imagen para adentrarse en la psique de Woodman y enlazar directamente con los conceptos de identidad, vulnerabilidad, ambivalencia e inquietud que presiden sus fotografías.



Artículo publicado para Bcollector:




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