"El arte de los
negocios. El negocio del arte. Los negocios del negocio del arte"
Andy Warhol, Mi filosofía de A a B y de B a A
Andy Warhol, Mi filosofía de A a B y de B a A
Andy Warhol |
¿Cultura
o negocio? O el negocio de la cultura. ¿Centros de arte o centros de ocio? ¿Obras
de arte o productos artísticos consumibles? Cuando el capitalismo agresivo entra
en la escena cultural todo se enturbia.
Hace
unos años, el artista Antoni Tàpies aportó en sus escritos lúcidas palabras
refiriéndose a las “poderosas promociones
de ofertas denominadas culturales bulliciosas, de bajo nivel y fácil consumo,
que, simulando querer educar y entretener a grandes masas de población, lo que
verdaderamente buscan es el aborregamiento de los ciudadanos, en especial de
los jóvenes, a fin de obtener una rápida rentabilidad económica o, a veces,
política.” Se puede decir más alto pero no más claro.
En
la actualidad proliferan los llamados negocios culturales para los cuales el
público de arte es considerado como una masa potencial de consumidores. Lo
importante es la rentabilidad que aporta el individuo: la entrada que adquiere
y el souvenir que compra en la tienda. El mercantilismo se impone en una sociedad
en la que, como señaló el crítico de la posmodernidad Achille Bonito Oliva, “el sistema industrial gobierna el acceso
cultural.”
Achile Bonito Oliva (1998, por Luciano Bonuccelli) |
¿El arte se consume o se disfruta? ¿El
placer estético intelectualizado está en crisis a causa de la poderosa
pseudocultura del negocio?
Los
medios de comunicación nos bombardean de forma continua con noticias llamativas
sobre el mercado del arte, los precios récord alcanzados en subastas, el
espectáculo o el escándalo de algunas propuestas artísticas. Este hecho no es
nuevo, el Pop Art y su aparente banalidad nos lo advirtió.
Los cuadros de Warhol parecían simples productos industriales fabricados en
cadena. Con ironía creó las Brillo Boxes (1964) y convirtió en arte lo que parecía el más
trivial de los objetos cotidianos de la cultura consumista. La reflexión: el
arte pasa a ser un producto más asemejado a cualquiera de los presentes en un
supermercado. La mercantilización del arte es un hecho.
Brillo Box (1964, Andy Warhol) |
Si después del arte viene,
inevitablemente para el contexto capitalista actual, la pseudocultura del lucro,
conviene no dejarse cegar y ser conscientes de que la obra de arte precisa un
respeto cultural que es incompatible con una relación de puro consumo.
Artículo publicado en 21 Le mag, revista de arte y cultura alternativa
http://issuu.com/revista21lemag/docs/21_le_mag_pdf_677484dd170ffb
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